Mezcal lovers
Cómo degustar un mezcal
7 de octubre de 2020

Antes de nada, hay que aclarar que el mezcal es una bebida selecta y no un “chupito”, tiene su propia manera de tomarse y la razón no es otra que saborear todos esos intensos sabores y matices que se desprenden de su proceso artesanal de elaboración. Para tomar un trago de mezcal, el vaso más tradicional es la jícara, que es la mitad de la cáscara de un cuatecomate o fruto de la jícara, pero la manera más extendida y común es el vaso “veladora” que se utilizaba también para las velas, de ahí la cruz que suelen lucir en la base. La diferencia principal con el vaso “caballito” de tequila, es que tiene un ancho de boca mayor, para poder apreciar mejor los alcoholes y sabores. El mezcal es una bebida selecta para degustar y saborear. Un consejo: si no disponen de veladoras, pide que te lo sirvan en una copa de vino cualquiera.

Recuerda que estas tomando una bebida con una graduación superior a 44º de alcohol y sobre todo recuerda que es un destilado 100% de una planta: el Maguey. Esos olores, sabores y matices necesitan respirar. Cuando te sirven un mezcal, es interesante que te expliquen qué variedad de maguey o agave se ha utilizado en la destilación, qué graduación tiene y la región de procedencia en México. De esta manera comienza un experto a catar y saborear su mezcal.

Pide que te expliquen qué variedad de maguey se ha utilizado, qué graduación tiene y la región de procedencia

Primero el olfato… Huele con cuidado el vaso de mezcal, recuerda la graduación y utiliza ambos lados de la nariz, recuerda esos olores e intenta encontrar las similitudes en tu galería de olores del cerebro. Uno de los aspectos esenciales del mezcal es el terruño, más aún teniendo en cuenta que son plantas cuyo proceso de maduración puede llegar hasta los 35 años. Imagina el rastro y la historia de esos años, los periodos sin agua, la vegetación de alrededor. Ahora piensa en Oaxaca, en el verde y el árido, en los colores de sus tierras, blancas y rojas. Ahora, para ayudar a tu olfato, introduce la punta de un dedo en el vaso, llévalo a la palma de tu mano y frota suavemente ambas manos. Cuando el acohol se haya evaporado, coloca rápidamente las manos alrededor de la nariz y respira profundamente. Notarás los verdaderos aromas del mezcal. Lo primero que te vendrá a la mente serán sabores ahumados, incluso a tierra, tabaco y/o hierbas. Ahora toca probarlo, como hemos mencionado antes, el mezcal es una bebida para saborear y disfrutar.

«El mezcal no se bebe. El mezcal se besa»

Introduce una pequeña cantidad en tu boca y pásala por toda ella, para que los alcoholes se vayan repartiendo de manera homogénea, dedica a este proceso unos 5 segundos al menos. A continuación traga lentamente y, cuando lo hayas hecho, entreabre los labios e inspira por la boca lentamente. Ahora todos los alcoholes están flotando en tu boca, puede que incluso sientas cierto picor o sabor a chile. A continuación, échate otro besito y continúa la búsqueda de esas esencias, sabores y matices que esconde entre sus azúcares esa planta mística que es el maguey. Te recomendamos siempre que lo acompañes con agua del tiempo, a partes iguales: un mezcal, un vaso de agua. ¡Salud!

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¿Qué opinas?

2 opiniones

  • Nacho
    diciembre 28, 2023 · 6:32 pm · Responder

    muy bueno.


  • Nacho
    diciembre 28, 2023 · 6:33 pm · Responder

    muy bueno